El Colorado Rapids, actual campeón de la MLS, le acaba de regalar una camiseta con el número 10 a Obama en la recepción oficial de los campeones de la liga en la Casa Blanca. En ese momento el presidente Obama hizo el símil entre él y Messi.
Esto nos muestra a un Barcelona global, que ha llegado hasta el palacio presidencial de un país sin tradición futbolística. Obama tiene un vínculo con el deporte rey debido a la afición que sus hijas tienen por él, ya que lo practican.
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